domingo, 17 de enero de 2016

El comportamiento del siluro.



En esta entrada voy a tratar a grandes rasgos el comportamiento del siluro. Digo a grandes rasgos porque no es lo mismo estudiar una conducta, que hacer un examen visual de lo que tienes delante, por eso esta entrada trata sobre mi experiencia, ya que seguramente haya diversos puntos de vista  dado la diferencia de comportamientos de unas zonas a otras y de una época del año a otra, etc…
A diferencia de otras especies, el siluro tiene una predilección única hacia el clonk del que hablare más adelante en este blog cuando trate el tema del equipo necesario para su pesca. En resumen, es un objeto de madera, metal o híbrido que al golpear la superficie del agua con él, emite un sonido muy característico que llama muchísimo la atención a nuestros amigos los bigotes; he de decir que aun a día de hoy no se sabe muy bien porque les atrae tanto.

siluros acudiendo al clonk.
Gracias a la curiosidad, territorialidad y agresividad del siluro debemos contar sin excepciones con al menos un clonk para pescarlo desde embarcación, ya que en grandes masas de aguas, como los caudalosos ríos que frecuento  sería muy complicado dar con ellos, a no ser en fechas muy puntuales, como la freza de las carpas donde están al acecho prácticamente a flor de agua y próximos a la orilla. En pleno verano, sabemos que se encuentran cerca del fondo y en estructuras sumergidas a gran profundidad para evitar las altas temperaturas. También ocurre algo parecido con el frío, ya que en los meses de invierno suelen estar situados a gran profundidad, la cual solo abandonan para cazar y por el ruido de nuestro clonk. De ahí, que en invierno se encuentren en terrenos que tengan gran desnivel para simplemente subir, capturar alguna presa y rápidamente volver a las profundidades.

En cuanto a su picada, puedo afirmar que es muy extremista. Puesto que hay días que  arrastran suavemente la línea complicando mucho un clavado correcto, perdiendo muchas capturas, en estos días sin dudar hay que reducir el tamaño de nuestros señuelos y moverlos con mucho tacto y temple;  luego hay otros días en los que literalmente no te dejan sacar la caña del cañero del kayak por su tremendo envite, clavándose solo, apareciendo como un torpedo en la sonda y yendo sin vacilar hacia el señuelo que apenas te da tiempo a darle vida; en estas picadas hay que tener especialmente cuidado con el freno, siempre flojo e importantísimo mirar bien las punteras de la caña para impedir que el trenzado dé alguna vuelta sobre ellas, evitando así el bloqueo de la línea.

siluro tirando hacia abajo.

Ahora, voy a lo que es para mí la lucha una vez clavado. Los ejemplares pequeños tienen una lucha mucho más eléctrica que los grandes ejemplares, girando sobre sí mismos en numerosas ocasiones, lo que provoca que a veces se enreden en la línea. En cambio, entrando en la barrera del 1,50m al 1,80m, hay que tener más tiento con el freno y no tener prisa, puesto que no son carreras rápidas, pero sí muy continua. Tienden a tirar hacia abajo y si estas cerca de una orilla intentarán acercarse a las  rocas para rozar la línea o refugiarse entre ellas. Pasando del 1,80m, las carreras se tornan lentas pero muy  difíciles de parar. Lo que provoca que pierda el control del kayak, ya que no puedo usar los remos y lo arrastra él;  pretenderá  llevarlo rápidamente a la orilla y de esta forma intentar romper la línea. Para evitar esto, lo que  hago es tirar del animal en dirección a la orilla y normalmente nadarán hacia el lado contrario de donde noten la resistencia; esto me ayuda mucho cuando voy solo. En cambio sí voy acompañado, lo habitual es que un compañero se ate a tu kayak con el suyo y evite la tan temida cercanía con la orilla alejándote de ella.

siluro rendido.

La lucha se acerca a su fin cuando aparecen numerosas burbujas subiendo hacia la superficie. Eso indica que el pez ha llegado a su límite. Una vez lo tenéis a mano hay que darle una cachetada para asegurarnos que no le queda otra arrancada, después simplemente hay que asegurar la captura y disfrutar de la sesión de fotos. Si el pez es poco manejable por su tamaño recomiendo el uso de una manta de recepción para evitar dañarle con la orilla.

Siluro protegido de la orilla.

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